lunes, 11 de junio de 2012

Estilo minismalista

El minimalismo es una tendencia cuyo origen está ligado a la música, pero que influyó fuertemente al interiorismo y a la arquitectura. Surge en EE.UU. durante la década de los 60, pero su explosión vendría en los 70, reaccionando contra la catarata cromática del pop art, e invitando a un estilo más reposado en el que prevalecen los espacios amplios y los tonos suaves. Wollheim fue el primero que utilizó el término, sin embargo, es la frase 'menos es más', popularmente atribuida a Mies van der Rohe, la que aparece como lema de esta corriente.

El minimalismo dentro de los hogares centra su atención en los diseños donde prevalece la pureza, dando una gran importancia a la amplitud de los espacios. Recordemos que hay que tratar de conseguir efectos satisfactorios con el menor número de componentes. En este sentido, esta corriente entendida como estética es la favorita de personas con un gran sentido del orden que no soporten la acumulación de objetos innecesarios que perturben su visión. 

El uso del color es muy importante, ya que el estilo en su versión más dogmática requiere de una monocromía absoluta en suelos, techos y paredes, complementándose con los muebles. Es decir, el contraste lo aportan algunos detalles ornamentales de los que, en ningún caso, hay que abusar. En una decoración influida por el minimalismo el contraste blanco-negro es el rey absoluto. No hay que olvidar que el blanco es un color con una amplia gama de variaciones tonales capaces de multiplicar  la luminosidad.
Family Room. Center of Interest.

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