lunes, 1 de septiembre de 2014

Ideas para decorar la habitación de tu hijo

Los gustos en cuanto a la decoración de un dormitorio de un adolescente generalmente difieren mucho de los de los niños. Mientras que cuando hablamos de niños, podemos establecer ciertos parámetros para guiarnos y decorar la habitación para que le guste, no podemos hacer lo mismo con los adolescentes. Cada adolescente es un mundo, cada uno tiene sus propias preferencias, tan marcadas que resulta imposible generalizar.



A los niños les encantan las paredes, telas, tapicería y ropa de cama de colores llamativos, incluso que incluyan pequeños dibujos o motivos, como mariposas, animales, flores, figuras abstractas y enrejados en el caso de las niñas y estos dos últimos junto con coches, animales, cohetes espaciales y parecidos en el caso de los niños. Los colores de la pintura de las paredes deben coincidir con la tela, ya sea jugando con diferentes tonos, o bien complementarse con los otros colores de la habitación. El color de las cortinas de las ventanas no debe ser pesado: debe ser lo suficientemente suave para permitir que entre suficiente luz natural. En cuanto a los adolescentes y los colores, podríamos decir más o menos lo mismo, aunque suelen preferir colores lisos, sin dibujos.

Las casas junto a la playa podrían tener temas oceánicos tanto para niños como para niñas. Puedes jugar con los colores del mar y sus texturas: puedes utilizar arena de colores, paredes azules del océano y techos pintados como las nubes.

En cuanto a la ropa de cama en sí, hay que apostar por ropa de cama con la que el niño o el adolescente se sienta cómodo. Es muy importante que tenga su espacio, y eso sólo se consigue creando un espacio donde le guste estar. Si te cuesta encontrar ropa de cama que le guste, puedes intentar comprar ropa de cama online. Para completar la decoración del dormitorio tanto de un niño  como de un adolescente, también puedes optar por utilizar cortinas y alfombras. De nuevo, es también vital que escojas estos “complementos” con el beneplácito de tu hijo. Aunque a ti te apasione alguna alfombra o alguna cortina en particular, si a tu hijo o a tu hija no le gusta, olvídate de ella. No empieces una guerra por eso, porque no vale la pena y, además, al fin y al cabo, será él quien la verá a todas horas y será él quien tendrá que sentirse a gusto con ella. El estilo dependerá del gusto de cada uno; con los niños puede ser más fácil, y se puede optar por diseños más infantiles y más divertidos. En cuanto a los adolescentes, es mejor no generalizar.