Las oficinas pequeñas suelen
resultar incómodas de por sí, pero si le damos una buena organización y decoración
podremos sentirnos más a gusto e incluso mejorar nuestra productividad.
Para
aprovechar al máximo el espacio disponible, hemos de tener en cuenta las
dimensiones de nuestro espacio de trabajo. Si tienes un cubículo o una oficina
pequeña, necesitarás mucho espacio de guardado, para mantener el orden y la
limpieza. En lugar de una mesa común o de una mesa de ordenador, elige (o
solicita) un escritorio con muchos cajones. De esta forma podrás mantener bien
guardados tanto tus papeles y documentos, como también tus objetos de uso
cotidiano, sin que se pierdan, extravíen o desordenen el lugar.
Coloca dos
bandejas apilables sobre tu mesa de escritorio para poner allí los papeles y
documentos, quizás una con una etiqueta que diga "por hacer" y otra
con un escrito que diga "hechos". Esto te va a permitir ordenar tus
tareas pendientes, y evaluar el avance de tus labores diarias a simple vista.
También tus lápices y lapiceras deberían estar contenidos en un lapicero, o al
menos en una vieja taza con motivos decorativos de tu preferencia.
Objetos que
suelen incomodar en las oficinas pequeñas y cubículos son las carteras y
abrigos. Si te es posible, deja tu abrigo en el perchero de la sala de
descanso, o coloca un gancho en el muro más lejano a tu área de trabajo
(incluso quizás en una esquina casi inaccesible) para colgarlos allí y que no
te perturben.
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