Pintar el hogar
no tiene que ser un vía crucis, tampoco elegir los colores. Pero es importante
que escojas colores que le brinden vida a los espacios y que recreen un
ambiente relajado en el hogar.
Para elegir los
colores de las paredes, esto tiene mucho que ver con el estado de ánimo y con
la personalidad en la persona. Debes tener en cuenta, que el color tiene mucha
importancia, y que debe aprender a combinarse de forma adecuada.
En las
habitaciones grandes, lo recomendable es apostar por colores cálidos y oscuros
que disminuyan el espacio, mientras que si quieres que el espacio se vea mayor,
lo mejor es pintar con tonos claros y fríos.
Aunque no lo
creas, la posición de las habitaciones influye con el color que debes pintar. Por
ejemplo, las habitaciones que estén orientadas al norte, lo mejor son los
colores luminosos y cálidos.
Mientras que si
la habitación se encuentra en el sur, lo mejor son las tonalidades naturales y
frescas, hacia el oeste, los tonos fríos y las que se encuentran al este, los
tonos cremas y pasteles son los más indicados.
Antes de
decidirte por un color, haz algunas pruebas para saber lo que te conviene. Por ejemplo,
toma un papel blanco, extiende las pinturas de los tonos que te gusten, también
puedes poner el papel cerca de la pared y no te olvides de probar los colores
bajo la luz eléctrica.
Si quieres
realzar los muebles, pinta de un solo tono y si la habitación es oscura, lo
mejor es que pintes con colores claros como el blanco que brinda calidez y
amplitud.
Recuerda que los
colores cálidos estimulan a las personas, pero si eres nerviosa, los colores fríos
actúan como relajantes. Por lo tanto, ahora lo que te falta es que te pongas
manos a la obra.
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