Si
tienes una segunda vivienda, este es un privilegio, ya que este tipo de casas
se utilizan principalmente para vacacionar. A pesar de que no vivas ahí, debes
conseguir que sea un espacio cómodo y práctico para que disfrutes al máximo los
días que te quedes en ella.
Si
en tu segunda vivienda hay jardín, pon plantas del lugar, ya que esto evitará
que mueran. Si tienes una piscina, protégela durante el invierno, así evitarás
que la pintura se estropee. Y para que el mobiliario exterior no se dañe, lo
mejor es que optes por el plástico y la resina.
En
el interior, opta por muebles funcionales y de estilo sencillo. Por ejemplo,
compra un sofá cama que puedes utilizar de cama adicional, para los niños opta
por las literas y compra sillas plegables. No compres adornos inútiles, ya que
sólo acumularán polvo.
Si
la segunda vivienda se encuentra en la playa, elige colores vivos y muebles
claros. Para decorar lo mejor es el estilo marinero. Pero si la casa se
encuentra en la montaña, lo mejor son los muebles de madera, colores neutros y
alfombras gruesas.
Recuerda
que es una casa de vacaciones, por lo que debes conseguir un estilo que no te
de luego trabajo. Haz que tu rincón de descanso sea un oasis de paz y belleza.
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