No hay que tomarse a la ligera el elegir la
forma idónea de acostar a nuestros niños, ya que es un factor importante para
asegurar que no alteramos su sueño y, ya que estamos, que está todo lo cómodo
posible. Son muchas las opciones que puedes elegir, así que intentaremos ofrecerte una pequeña guía de
qué ventajas tiene cada uno.
A veces, no es tanto la mejor elección como la
más adecuada para nuestras necesidades. Empecemos por el pijama-manta, una opción muy práctica porque tendremos dos
utilidades en una. Tampoco es demasiado aconsejable para niños de menos de dos
años, ya que pueden generar más calor del necesario y agobiar al bebé.
El saco de dormir, un artículo a tener en cuenta
Desde luego, una de las opciones estrella son
los sacos para las cunas,
disponibles en la tienda online de complementos para bebé Monikakos Store a un
precio bastante asequible para los bolsillos. Además, si superamos los
cincuenta euros de compra, el envío nos saldrá totalmente gratuito. Una tienda
a tener en cuenta, desde luego.
La ventaja de este complemento es el
impedimento de malas posturas o riesgos
de volteo del bebé, mientras ofrece un arropo excepcional que cubre todo el
cuerpo del retoño. También son mucho más sencillos de lavar que el resto de
opciones. Eso sí, puede resultar un poco incómodo si el niño nos pide alimento
a altas horas de la noche, inconveniente compensado perfectamente con el resto
de ventajas que ofrece.
Es importante usar una marca para sacos de
dormir en la que se tenga la confianza suficiente, porque muchos de estos
productos no calientan lo suficiente, forzando situaciones indeseadas como
encontrarnos por la mañana a nuestro
niño bastante frío, aún con la calefacción encendida a toda potencia en la
habitación. Mejor desembolsar algo más de dinero que obtener un producto
indeseable (esto se aplica a cualquier opción que elijamos, por supuesto).
Tenemos más opciones claro, por ejemplo la clásica sábana y manta, que puede
venirnos bien si nuestro hijo no es muy revoltoso. Aunque lo más normal es lo
contrario, incluso que acaben metiéndose hasta la cabeza por debajo de la manta
cuando se despiertan. Puedes buscar la opción que más te convenga, como por
ejemplo sacrificar la sábana de abajo en verano para que el bebé esté más
fresco.
Al final, y como hemos dicho antes, no hay opciones mejores ni peores, sino las
adecuadas para el niño (según la edad, lo revoltoso que sea, la temperatura
de la zona en la que viva, etc.)